JUEVES, 6 DE NOVIEMBRE DE 2014
El salto hacia Gran Bretaña
OTROS 300 ALBANESES, INTERCEPTADOS EN OCTUBRE COMO POLIZONES EN EL FERRY
El asalto a la valla del puerto de Santander no cesa... y tampoco las operaciones de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Portuaria que, en lo que va de año, ya han interceptado a un millar de polizones -todos ellos, de nacionalidad albanesa-, según los datos oficiosos que maneja este periódico. Solo en octubre los ilegales que fueron descubiertos en su intento de llegar ilegalmente a los puertos de Gran Bretaña en los que recala Brittany Ferries han sido más de 300.
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Y cada vez lo hacen con más descaro. Ayer por la tarde, mientras que los camiones y coches accedían al ferry 'Val de Loire' y las patrullas policiales vigilaban el perímetro del puerto, dos jóvenes saltaron la valla en la calle Antonio López y se dirigieron a paso vivo a los jardines de la Comandancia de Marina, sentándose tranquilamente en uno de los bancos. A simple vista parecía que, más que intentar cruzar y entrar en algún camión como polizones, lo que les interesaba era o bien 'distraer' a la policía o bien 'chequear' su tiempo de respuesta.
Se encontraban, eso sí, en zona marítima perteneciente a la Autoridad Portuaria, pero no dentro del área que se puede entender como fronteriza a efectos de control. Para acceder a la zona restringida del puerto, a los dos jóvenes detectados ayer les restaba aún atravesar la última valla, la más próxima a los barcos y al otro lado de la cual se sitúan los vehículos y camiones aparcados a la espera de pasar el chequeo y embarcar en el ferry. Ésa segunda verja se encuentra protegida y dotada de sensores de presión que reaccionan al menor roce y que están conectados a la red de cámaras del puerto. Ni lo intentaron. Diez minutos después de su entrada al recinto portuario, y al percatarse de que se acercaba lentamente un vehículo de la Policía Portuaria, ambos hicieron el camino de vuelta a la carrera y volvieron a saltar la valla por el mismo sitio.
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La presencia de ciudadanos de nacionalidad albanesa en Santander viene siendo habitual desde primeros de año; se intensificó en verano y ha seguido su escalada estas últimas semanas, seguramente tras clausurar LD Lines la ruta que operaba con Poole desde Gijón. El de Santander, con cuatro conexiones semanales a los puertos ingleses de Portsmouth y Plymouth parece haberse convertido en un imán para estos albaneses, cuyo objetivo es llegar a Gran Bretaña. Y su único modo de hacerlo es de forma clandestina.
Su estancia en España es legal merced al acuerdo suscrito entre Albania y la Unión Europea. Pueden permanecer libremente por espacio de tres meses en cualquiera de los países adscritos al 'espacio Schengen' (España entre ellos). No así en Gran Bretaña, donde serían ilegales pues las autoridades británicas requiere un visado. Además, la Policía Nacional no ha tenido queja de ellos en Santander porque ni son problemáticos ni, hasta la fecha, han cometido ningún hecho delictivo.
Ahora bien. El inusual crecimiento de albaneses en la capital ha llevado a las Fuerza de Seguridad a abrir una investigación para determinar si este flujo es natural o si hay una organización que les mueve. Es decir, si existe algún tipo de tráfico ilegal de personas o 'mafia' que controle ese movimiento. Hasta la fecha, nada ha trascendido de la investigación.
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Su proceder una vez al otro lado de la segunda valla es ocultarse rápido en el interior de los vehículos, especialmente bajo los toldos de los camiones con el fin de pasar el control de la Guardia Civil y alcanzar el ferry como polizones. Pero no siempre lo hacen en los camiones adecuados: alguna vez se han escondido en camiones que salían del puerto. El pasado 14 de octubre, cinco de ellos fueron hallados como polizones en el interior de un camión que descargaba material en la empresa que Altadis tiene Logroño; ese vehículo había desembarcado en Santander.
Font: Teodoro San José
El asalto a la valla del puerto de Santander no cesa... y tampoco las operaciones de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Portuaria que, en lo que va de año, ya han interceptado a un millar de polizones -todos ellos, de nacionalidad albanesa-, según los datos oficiosos que maneja este periódico. Solo en octubre los ilegales que fueron descubiertos en su intento de llegar ilegalmente a los puertos de Gran Bretaña en los que recala Brittany Ferries han sido más de 300.
Y cada vez lo hacen con más descaro. Ayer por la tarde, mientras que los camiones y coches accedían al ferry 'Val de Loire' y las patrullas policiales vigilaban el perímetro del puerto, dos jóvenes saltaron la valla en la calle Antonio López y se dirigieron a paso vivo a los jardines de la Comandancia de Marina, sentándose tranquilamente en uno de los bancos. A simple vista parecía que, más que intentar cruzar y entrar en algún camión como polizones, lo que les interesaba era o bien 'distraer' a la policía o bien 'chequear' su tiempo de respuesta.
Se encontraban, eso sí, en zona marítima perteneciente a la Autoridad Portuaria, pero no dentro del área que se puede entender como fronteriza a efectos de control. Para acceder a la zona restringida del puerto, a los dos jóvenes detectados ayer les restaba aún atravesar la última valla, la más próxima a los barcos y al otro lado de la cual se sitúan los vehículos y camiones aparcados a la espera de pasar el chequeo y embarcar en el ferry. Ésa segunda verja se encuentra protegida y dotada de sensores de presión que reaccionan al menor roce y que están conectados a la red de cámaras del puerto. Ni lo intentaron. Diez minutos después de su entrada al recinto portuario, y al percatarse de que se acercaba lentamente un vehículo de la Policía Portuaria, ambos hicieron el camino de vuelta a la carrera y volvieron a saltar la valla por el mismo sitio.
La presencia de ciudadanos de nacionalidad albanesa en Santander viene siendo habitual desde primeros de año; se intensificó en verano y ha seguido su escalada estas últimas semanas, seguramente tras clausurar LD Lines la ruta que operaba con Poole desde Gijón. El de Santander, con cuatro conexiones semanales a los puertos ingleses de Portsmouth y Plymouth parece haberse convertido en un imán para estos albaneses, cuyo objetivo es llegar a Gran Bretaña. Y su único modo de hacerlo es de forma clandestina.
Su estancia en España es legal merced al acuerdo suscrito entre Albania y la Unión Europea. Pueden permanecer libremente por espacio de tres meses en cualquiera de los países adscritos al 'espacio Schengen' (España entre ellos). No así en Gran Bretaña, donde serían ilegales pues las autoridades británicas requiere un visado. Además, la Policía Nacional no ha tenido queja de ellos en Santander porque ni son problemáticos ni, hasta la fecha, han cometido ningún hecho delictivo.
Ahora bien. El inusual crecimiento de albaneses en la capital ha llevado a las Fuerza de Seguridad a abrir una investigación para determinar si este flujo es natural o si hay una organización que les mueve. Es decir, si existe algún tipo de tráfico ilegal de personas o 'mafia' que controle ese movimiento. Hasta la fecha, nada ha trascendido de la investigación.
Su proceder una vez al otro lado de la segunda valla es ocultarse rápido en el interior de los vehículos, especialmente bajo los toldos de los camiones con el fin de pasar el control de la Guardia Civil y alcanzar el ferry como polizones. Pero no siempre lo hacen en los camiones adecuados: alguna vez se han escondido en camiones que salían del puerto. El pasado 14 de octubre, cinco de ellos fueron hallados como polizones en el interior de un camión que descargaba material en la empresa que Altadis tiene Logroño; ese vehículo había desembarcado en Santander.
Font: Teodoro San José
La Policia Portuaria de Santander incorpora un nuevo vehículo a su flota
05/12/13
El Puerto de Santander cuenta con un nuevo vehículo, un Renault Captur, que ha pasado a formar parte del parque móvil de la Policía Portuaria. A juicio de la AP de Santander se trata de un modelo muy apropiado ya que se integra en la nueva generación “crossover” y ofrece unas prestaciones adecuadas en cuanto a su consumo reducido y menor necesidad de mantenimiento respecto a los vehículos todoterreno que se están sustituyendo. Además, el “Captur” se fabrica en la planta de Renault de Valladolid, desde donde se distribuye para todo el mundo a través del Puerto de Santander.
Coincidiendo con esta adquisición, se ha renovado la rotulación en toda la flota de coches de la APS. El nuevo diseño es más moderno e introduce mayor color a los vehículos, incluyendo un amarillo de alta visibilidad que mejora la seguridad en el muelle ya que son más visibles por la noche.
Font:www.diariodelpuerto.com
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